Faro nace del impulso colectivo de un grupo de galerías y espacios de arte contemporáneo que entienden que el trabajo del arte no se construye en soledad. En esta nueva etapa, retomamos ese impulso inicial y lo proyectamos hacia un horizonte más amplio: fortalecer la red, profesionalizar los vínculos y activar nuevas formas de presencia, colaboración y circulación en el campo artístico local, nacional e internacional.

Faro no es solo una asociación de galerías.
Faro es una comunidad de trabajadores y trabajadoras del arte.

Galeristas, artistas, gestores, diseñadores, curadores, técnicos, comunicadores y productores culturales se reúnen aquí para pensar lo común como una práctica concreta. Una trama activa y viva que produce sentido, movimiento y posibilidad.

Hoy, Faro se reorganiza como una plataforma de proyección, cuidado y construcción institucional, con un equipo de trabajo comprometido y una visión clara: profesionalizar sin abandonar la sensibilidad, crecer sin perder la memoria, hacer política cultural con deseo.